
Según han manifestado desde la
dirección de Nissan España, la adjudicación será posible si se logra pactar con
los sindicatos de trabajadores un plan para mejorar la competitividad. Se trata
de conseguir un acuerdo lo más rápido posible para obtener una buena posición
con respecto a las otras plantas candidatas.
La producción de este vehículo de
pasajeros supone una inversión de 130 millones de euros y supondría un
incremento del volumen de producción anual en unas 80.000 unidades, por lo que
se superaría en Barcelona la fabricación de 200.000 vehículos al año.